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Las problemáticas que vive las comunidades de Chile en Pandemia

Desde el año 2020, el mundo se enfrenta a niveles insostenibles de desigualdad en el ámbito económico, social, cultural y ambiental. Frente a esto, quienes se ven perjudicados son las comunidades y, especialmente los pueblos indígenas. Cerca de 34 millones de personas en América Latina perdieron su trabajo debido a la pandemia y específicamente en Chile, el desempleo aumentó en un 46% según la Encuesta Nacional de Empleo. (Agencia Anadolu, 2020) En Chile se contabilizan 2.057.903 microemprendimientos, los cuales se ven afectados en el ámbito económico por el aumento del desempleo. (elmostrador, 2020) INE muestra la influencia de la reducción como en el comercio, en donde se registró un 22% en pérdidas de trabajo mientras que en la construcción de la caída fue del 34,9%. La agricultura y pesca tuvo un descenso del 34,3%, y el sector del alojamiento y servicio de comidas del 45,2%. (INE, 2020)

Otra desigualdad es la que viven los pueblos indígenas, quienes son más de 476 millones en el mundo, constituyendo más del 6% de la población mundial. (affairs, 2020) Estos suelen verse afectados de manera desproporcionada por epidemias y otras crisis, debido a que viven en comunidades aisladas donde los servicios de atención de salud son difíciles de acceder y tienen capacidad limitada o simplemente no existen. Principalmente en Chile, donde el estado no vela por la seguridad, dignidad y bienestar de cada uno de ellos. En cuanto al cierre de las escuelas debido a la pandemia, ha afectado a cerca de 1.600 millones de estudiantes de todas las edades y en todos los países (ONU, 2020). Se han modificado las maneras de enseñar, siendo 100% online y muchos de los estudiantes no han tenido los recursos para poder asistir en esta modalidad, ya sea por no tener acceso a internet por su remota localidad o por no tener dispositivo celular o notebook. Incluso las proyecciones indican que casi 24 millones de estudiantes desde primaria hasta universidad podrían abandonar las clases a causa del impacto económico de la crisis sanitaria. Junto a esto, el mundo del turismo se paralizó y esto no solo afectó a la economía privada, sino que también a gran parte de las comunidades emprendedoras en América Latina. (Naciones unidas cepal, s.f.) El turismo ha ido aumentando año tras año, tanto así que la gran problemática era el sobre-turismo pero hemos pasado a la incertidumbre y comenzamos desde, literalmente, cero turistas. Pero desde acá nacen dos problemáticas.

La primera es que las personas han cambiado sus hábitos y modo de vivir, pero también se dieron cuenta de lo importante que es estar inmerso en la naturaleza. La segunda es cómo mantener activo ese emprendimiento sin turistas o más bien, qué pasa con la gente que, mediante a un permiso de vacaciones, consigue finalmente visitar un destino turístico exponiendo a los locatarios y así mismos mediante a una necesidad de ambos.

Entonces nos preguntamos, ¿Qué pasará post covid-19 con el mundo del turismo? Sin duda alguna, dependerá de la política gubernamental, según las restricciones de la circulación de la gente y, por otra parte, al cambio en la demanda turística lo que provocaría una reorganización de oferta y por, sobre todo, recuperar la confianza de los turistas según sus medidas a implementar por el covid-19. Nosotros como futuros profesionales del área ecoturística, debemos enfrentarnos a este nuevo desafío de lo que será el post covid-19. ¿Qué pasará? es incierto, pero debemos crear escenarios y ser innovadores para poder ofrecer nuestros nuevos servicios turísticos, teniendo en cuenta que la sociedad ha cambiado y, por lo tanto, han creado nuevas necesidades. Tenemos que trabajar bajo la perspectiva de un turismo sustentable y sostenible, realizando todo este proceso junto con la comunidad local. Así minimizamos los impactos medioambientales y culturales, es decir, manteniendo la identidad local y coexistiendo con el medio ambiente.